McKinsey proyecta que la IA generativa automatizará el 22% de las horas laborales en Chile a 2030
Si bien estima una pérdida de 500 mil empleos solo por esta tecnología, el país podría aumentar su productividad en hasta un 2,5% del PIB. A diferencia de la automatización y la robótica que afectó los empleos repetitivos y de bajos ingresos, esta tecnología podría tener un impacto en trabajos de mayores ingresos.
Por: Renato Olmos | Publicado: Viernes 15 de noviembre de 2024 a las 04:00 hrs.
T+
T-
Compartir
Por primera vez desde la irrupción de la inteligencia artificial generativa, una consultora, McKinsey & Company, analizó el posible impacto que podría tener en el mercado laboral chileno el avance de esta tecnología en el mediano plazo.
La multinacional en Future of Work: Chile -una bajada local de su estudio global publicado en mayo de 2024- proyectó que la IA generativa podría automatizar hasta el 22% de las horas laborales actuales a 2030 en el país, escenario que bajaría hasta el 17% si solo se considera la IA tradicional.
Si bien se estima que unos 500 mil empleos serían desplazados solo por la IA generativa y 1,5 millones si se considera la IA tradicional, machine learning y la robótica, también se crearán otros nuevos, lo que abre las puertas para un cambio de paradigma en el mercado laboral local en los próximos cinco años y espacio para aumentar la productividad.
Los sectores que recibirán con mayor fuerza el impacto de esta tecnología son la manufactura con un 30% de automatización, servicios de alojamiento y alimentación con un 28%, minería con 28%, servicios profesionales científicos y tecnológicos con 26% y construcción con 24%.
A nivel de ocupaciones, la mayor automatización se dará en servicios de alimentación -cocineros, chefs o meseros- con 35%; trabajos de oficina, 30%; labores en áreas de producción -ensambladores, maquinistas, otros- 25%; construcción, 24% y profesionales de negocios y área legal, 23%.
Pero también se crearán otros. Según el estudio, las áreas que se verán beneficiadas con nuevas ocupaciones son educación, ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, en inglés).
Olivia White, senior partner de McKinsey & Company.
Otro hallazgo clave, es que diferencia de la automatización y robótica que eliminaron empleos repetitivos de bajos ingresos, la IA generativa tendría un efecto mayor en profesionales del quintil de mayores ingresos, con un 13% de automatización, frente al 3% de los empleos con remuneraciones más bajas.
La autora del estudio y senior partner de McKinsey, Olivia White, explicó que “la automatización puede significar tanto un reemplazo como una mejora. Y estamos muy convencidos de que, si todo se hace bien, acabará siendo una mejora de lo que la gente hace”, dijo White.
Salto en productividad
El estudio señala que la IA generativa y la automatización podrían impulsar el crecimiento de la productividad laboral, lo que estará supeditado a qué tan rápido las empresas adopten estas tecnologías y de qué tan bien se redistribuyen las horas de trabajo que antes realizaban las personas y que ahora puede hacer la automatización.
White explicó que, por ejemplo, si se adopta la automatización a un ritmo moderado y se logra redistribuir (reasignar a otras tareas) dos tercios de las horas de trabajo que antes hacían las personas, la productividad laboral podría crecer 1,7 puntos porcentuales (pp) del Producto Interno Bruto (PIB) al año.
No obstante, si se redistribuyen todas las horas de trabajo reemplazadas por la automatización, el crecimiento de este indicador podría aumentar en hasta 2,5 pp. “Es mayor que las proyecciones del Banco Mundial y eso podría ser muy útil”, afirmó la especialista.
No ignorar el fenómeno
El análisis plantea que las 500 mil personas que podrían perder su empleo por la IA generativa necesitarán recalificarse para entrar nuevamente al mercado laboral.
Por ello, White señaló que “las empresas no pueden ignorar este asunto, porque se volverá muy fundamental en el futuro. La IA generativa puede brindar todo tipo de ideas que le permitan a un trabajador pensar en términos más amplios y, luego aplicar ideas para encontrar la opción correcta”, dijo.
Para la experta, las empresas deben tomar la iniciativa y educar a los trabajadores para incorporar las tecnologías en ciertos procesos cotidianos y el Gobierno, debe “desempeñar un papel no solo en el apoyo a las mismas empresas, sino también en la educación, capacitación y mejora de competencias laborales”.
Pero no todo es capacitación tecnológica. White dijo que no hay que perder de vista las habilidades sociales y emocionales características de los seres humanos que, eventualmente, podrían verde disminuidas ante sistemas de IA, pero que son clave, porque que las máquinas no pueden replicar.
Añadió que además de enseñar competencias tecnológicas, también hay que enseñar las habilidades “que nos hacen humanos y que nos ayudan a interactuar mejor con otras personas. Es un aspecto muy importante que los educadores deben tener en cuenta”, dijo.